Cuando algo se pone de moda, como ha sucedido con los discos de vinilo de un tiempo a esta parte, el uso prevalece sobre el conocimiento. Si bien es verdad que lo importante es el uso, no está mal que los que compramos y disfrutamos de los vinilos sepamos las partes de las que consta el objeto que tenemos entre manos. Esperamos que el camino sea tan divertido como la música que encierran los surcos de los discos:
1. El disco:
Es el soporte en el que está grabada la música. Consta de dos caras, aunque a veces puede que únicamente haya música en una. Está compuesto de materiales polivinílicos (de ahí su nombre) y el sonido se logra por las vibraciones que produce el rozamiento de la aguja del reproductor con el propio plástico. Hay muchas formas y tamaños pero los más comunes son el 12 pulgadas, el 10 pulgadas y el 7 pulgadas (las pulgadas se representan con los signos de comillas: “), dependiendo de la capacidad de música que puedan alojar. El disco de vinilo tiene un agujero en el centro matemático de su circunferencia que permite insertarlo y fijarlo a un reproductor. El gramaje del disco puede variar desde un disco flexible (también conocido como flexi), hasta discos de más de 200 gramos. A más gramaje, mayor calidad de reproducción, puesto que mayor será la profundidad del surco.
Normalmente el color del disco de vinilo es el negro, pero hay tantos colores y tantas combinaciones como seas capaz de imaginar. La creatividad es maravillosa.
2. Los surcos:
Es donde reside el archivo sonoro de los discos de vinilo. Normalmente se trata de música, pero hay discos de vinilo que almacenan discursos, voces, ruidos y demás recursos sonoros. El roce de la aguja lectora emite un sonido que, continuado, configura el archivo sonoro alojado en el disco. Los surcos se graban para hacerlos sonar en el sentido de las agujas del reloj y alterar este sentido da lugar a otro tipo de sonidos. Probando y jugando con este movimiento de atrás hacia adelante surgió la técnica del scratch, tan importante en la cultura hip hop. En la foto de abajo podemos observar un surco a través de un microscopio.
Es absolutamente conveniente limpiar con frecuencia los surcos para una reproducción óptima del disco de vinilo. Existen escobillas especiales para ello. CONSEJO: También puedes lavarlos con agua y jabón sin que tu música sufra. Al contrario, se escuchará mejor. No tengas miedo, ¡No es más que un trozo de plástico!
3. El agujero:
Aquí sí que no hay debate. Los discos de vinilo solo tienen dos clases de agujeros: el grande y el pequeño. El grande suele utilizarse para los discos de 7″ (aunque ahora también se fabrican con agujero pequeño), mientras que el pequeño se reserva para los 10″ y 12″. Nosotros hemos visto muchos vinilos y jamás hemos visto un LP con agujero grande. Por algo será.
4. La galleta:
Es el nombre que recibe el espacio entre el último surco grabado y el agujero central. Con mucha frecuencia en este espacio se coloca una pegatina que informa de lo que contiene esa cara del vinilo. Esa pegatina también toma el nombre de galleta.
5. La funda interior:
Es el protector del vinilo. Debido a la facilidad con la que se puede rayar un disco de vinilo y por tanto dejarlo inservible, los vinilos normalmente vienen en fundas que pueden ser de cartón ligero, papel, papel reforzado con plástico antiestático o de plástico antiestático simplemente. Como bien habréis adivinado, las mejores son las de papel reforzado con plástico, pero también suelen ser las más caras.
6. La carpeta:
Es la parte exterior del disco de vinilo y está formada por la portada, la contraportada y el lomo, aunque por motivos estéticos o de ahorro puede no tener lomo. Hay mil maneras de configurar la presentación final de un disco, pero si hablamos de lo más común, diremos que la carpeta no suele tener agujero central A NO SER que se trate de un disco de remezclas que, curiosamente y por motivos históricos que se refieren a tener acceso visual directo a la galleta del disco, sí que vienen troquelados.
7. El lomo:
Exactamente igual que sucede con los libros, el lomo es una parte importante de los vinilos, especialmente a la hora de su almacenaje: permite ver rápidamente el título del disco, su autor y la discográfica. Como sucede con todo, hay también una subcultura fanática de los lomos de los vinilos, de su diseño y de lo que encierran.
8. La funda exterior:
Debido a que las carpetas de los vinilos son frágiles, históricamente se han protegido con fundas de plástico transparente que pueden o no venir incluidas cuando compras el disco. Los coleccionistas suelen ser bastante escrupulosos con este tema y comprar al año miles de fundas de plástico transparente de 12″, 10″ y 7″. En la actualidad algunas de estas fundas también forman parte del diseño del disco, pudiendo estar impresas o ser de colores diferentes al neutro.
Un dato curioso más:
El 21 de junio de 1948, un equipo de la empresa CBS, con el ingeniero Peter Golmark a la cabeza, presentaba al mundo un disco de larga duración fabricado en una resina de polivinilo. Aparecía así el disco de vinilo que conocemos hoy en día, a 33 1/3 rpm, mejorando los sistemas anteriores. De ahí que el Día Mundial de la Música se celebre, precisamente, el 21 de junio.
FUENTE: http://www.stagebysony.com/