LA IMPORTANCIA DE PROTEGER NUESTRA AUDICIÓN
Cada día aumenta el número de personas que presenta afectaciones de su audición porque desconocen el daño producido por la exposición frecuente y prolongada a altos niveles de ruido.
Muchas de ellas están expuestas por cuestiones laborales (trabajadores de fábrica, músicos, etc.), o diversión (práctica de tiro al blanco, cacería, discotecas).
Cuando nos exponemos a ruidos excesivos, el oído posee un mecanismo protector para evitar daños a nivel coclear (oído interno), este mecanismo protector está dado por el músculo del estribo (el músculo más pequeño del cuerpo humano) el cual se contrae en forma refleja cuando existe un ruido fuerte, aunque si el ruido es tan intenso y dura poco por ejemplo, armas de fuego (sonido tipo explosivo), no le dara tiempo a contraerse y permitirá que el sonido entre directamente al oído interno dañando de manera permanente las células ciliadas internas, produciéndose una pérdida auditiva.
SÍNTOMAS DE OÍDOS DAÑADOS
Es necesario practicar un examen auditivo para saber qué grado de pérdida auditiva se presenta.
Las señales de un oído dañado son:
Escuchar zumbidos, silbidos o una especie de rugidos en el oído
Falta de entendimiento al hablar en sitios ruidosos
Sensación de que el oído está tapado y de escuchar sonidos muy leves
Aumento del volumen para escuchar la televisión o la radio en comparación con el pasado
Sin dudas, nuestros pobres oídos sufren las consecuencias. Por eso, para que cuides tu audición, sigue estos consejos:
No escuches música con auriculares durante más de una hora por día. Procura que el volumen no supere el 60% del máximo. Si, por ejemplo, te dedicas a editar videos con sonido y necesitas usar auriculares, asegúrate de escuchar con un volumen en esos niveles (inferior al 60%).
No escuches música con auriculares en ambientes ruidosos como, por ejemplo, cuando viajas en autobús o estás caminando por la calle. El ruido del ambiente inconscientemente hace que subamos el volumen de la música para escuchar mejor y sin quererlo, a veces terminamos escuchando a todo volumen.
Después de largas sesiones escuchando música, quítate los auriculares para descansar. De esa manera evitarás la “fatiga de escucha”.
No escuches música con auriculares mientras haces ejercicio. Cuando nos ejercitamos, la sangre se desvía de los oídos a las extremidades, lo que los hace más vulnerables a los ruidos fuertes.
Siempre es mejor prevenir ya que la perdida de audición no tiene cura, solo es posible sobre llevarla con el uso de audífonos o implantes auditivos. Los especialistas aconsejan utilizar auriculares grandes de los que tienen almohadillas que se apoyan sobre el oído en vez de aquellos que se insertan dentro.
Kevin Muñoz
Instructor de Mezcla Digital
DNA Music Barranquilla
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