DISEÑO Y FABRICACIÓN
Yamaha proclama que ha conseguido controlar las resonancias en su serie HS, utilizando madera MDF de alta densidad en disposición de junta de inglete de tres vías, reduciendo las estacionarias internas y aumentando la durabilidad, al mismo tiempo que asegura tener bajo control los ruidos indeseables derivados de fallos en el diseño gracias a sus programas de representación visual que muestran los cambios de presión del aire con gran precisión.
En su web publican que no pretenden edulcorar el sonido, sino mostrarlo tal y como es —siguiendo la filosofía de los NS10—, y hacerlo a un precio muy contenido, dotando a los home studios de músicos y pequeños productores de sistemas de escucha de nivel profesional. Veamos si es cierto.
ESPECIFICACIONES
La gama HS arranca con el HS5, un monitor de 70W (45W para su 5” y 25W para su 1”) capaz de llegar bajo especificaciones a los 54Hz, recordando muchísimo estos números a las del mítico NS10.
El segundo modelo, el HS7, aumenta su potencia hasta los 90W y su respuesta espectral hasta los 43Hz, mientras que el HS8 —el mayor de los tres—, eleva estas cifras hasta los 120W y los 38Hz.
Todos ellos aseguran tener respuesta lineal hasta media octava más allá de los 20KHz. Y pocos más datos oficiales hay publicados; básicamente se reducen a potencias y ancho de banda.
Ahora, un poco de teoría light. Cuando comparamos monitores, no debemos fijarnos solo en los números que anuncian sobre su ancho de banda. Hay otra variable muy importante sobre la que quiero hacer hincapié en este artículo, visto el entorno al que va dirigida la gama HS.
Siempre que alguien me pregunta sobre monitores, toma como principal referencia la extensión de su respuesta espectral —en parte, porque todos los fabricantes tienden a publicar ese dato—. Sin embargo, si todos los monitores son “planos” y la única diferencia entre ellos es la extensión espectral de su respuesta en graves, alguien podría pensar: “yo ya tengo mi monitores planos que llegan a 35Hz, así que ya no necesito unos mejores”.
Bueno, en este artículo me gustaría que nos centráramos en otra variable, que es la capacidad del altavoz de callarse cada vez que termina una nota.
Esta variable es determinante en el sonido de un recinto acústico, sobre todo cuando el diseño de la caja incluye un bass reflex. La gama HS de Yamaha está construida en base a este diseño, con la abertura en la parte trasera. Este “truco” que permite aumentar la respuesta espectral en graves, provoca unas colas en el sonido más largas en su zona de resonancia. De ese modo, aún teniendo dos cajas la misma sensibilidad de reproducción a lo largo del espectro, oímos cómo unos monitores tienen más graves debido a que el tiempo que suenan estas zonas frecuenciales no es el mismo en dos cajas de diseño diferente.
Hay estudios que indican que si alargamos la duración de un sonido (límite 200mSgs), el cerebro los interpreta como más altos de volumen, no como más largos, y esta es una de las causas que determinan el “color” de un monitor. Ni qué decir tiene que en esto, el conocido como factor famping, es completamente transcendental, pero es la caja la que determina las resonancias, y por tanto en qué frecuencias tendremos respuestas temporales prolongadas.
El factor damping —esto es, la relación de impedancias del amplificador y de altavoz— determina la capacidad de parar el altavoz, debido a que el propio altavoz cuando está en movimiento se comporta como un generador, pero la resonancia determina la sensibilidad de la caja en sí a ponerse en movimiento. Es decir: si el amplificador es el acelerador, el factor damping es el freno, y la resonancia es la carretera, con subidas y bajadas. Entre todas estas variables se determina la agilidad del coche.
Fabricantes como Monkey Banana buscan un ancho de banda muy estrecho para esa resonancia, y otros como Psi Audio entienden que es mejor aumentarlo, para que sus efectos no sean tan fuertes en esas determinadas notas. Por seguir con la analogía, Monkey Banana piensa que para tener una velocidad media más alta es mejor hacer una gran recta y concentrar todas las curvas en una pequeña zona, y PSI Audio piensa que es mejor distribuir las curvas de modo que ninguna nos obligue a reducir mucho la velocidad.
Más allá de otros parámetros, como la distorsión armónica, la de fase o la potencia sonora, esta variable me parece muy importante en el caso de los monitores de home studio, debido a que es en este entorno donde hay más problemas debidos a la extensión temporal de determinadas frecuencias. ¿Por qué? Porque las habitaciones pequeñas, sin absorbentes, con monitores colocados sin realizar un análisis — monitores de bajo presupuesto que pretenden llegar a dar una respuesta en graves extendida utilizando poca masa—, son el entorno perfecto para dar a luz una mezcla descontrolada en graves, dado que las diferencias temporales de disipación de la energía a lo largo del espectro son muy grandes.
Y esto, a mi juicio, es un problema muy grande que salpica a numerosos usuarios de Hispasonic, donde además, para terminar de complicar la situación, una buena parte trabaja en géneros de música electrónica o hip hop, donde los graves tienen un papel principal. En la boca del lobo, vamos.
Por estas razones, la capacidad o discapacidad de un monitor a parar su movimiento cuando debe hacerlo, va a ser mi principal preocupación a la hora de centrarme en estas escuchas.
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